En estas épocas de crisis, cambios, incertidumbre y oportunidades, la palabra desafío hace referencia a competir, retar o provocar.
Si hablamos de un desafío personal, nos referimos a un objetivo que conlleva compromiso, disciplina y perseverancia.
Hablamos de desafíos cuando tenemos por delante proyectos o actividades que nos generan incomodidad, ansiedad, miedo pues las interpretamos complejas y difíciles. Evitamos transitarlas y sentimos que requerirán más de nuestra energía, capacidad y tiempo para llevarlas a cabo.
Quizás tengamos que aprender distintas formas de acción, usando nuevas tecnologías e incorporando la creatividad y la innovación.
¿Cómo logramos esto?
Integrando distintas miradas, adquiriendo diferentes hábitos o acciones, cultivando la confianza y la colaboración con el otro, utilizando la inteligencia emocional y potenciando el liderazgo personal.
¿Te parece fácil?
Si lo ves así, ¡Felicitaciones!
Si no, te ofrecemos trabajar en conjunto para que puedas convertir esos desafíos que tienes por delante en reales oportunidades de evolución hacia un crecimiento individual y organizacional.